Muere José Mujica, expresidente de Uruguay, a los 89 años

Muere José Mujica, expresidente de Uruguay, a los 89 años

MONTEVIDEO, Uruguay, 13 de mayo de 2025. – El expresidente uruguayo José «Pepe» Mujica, falleció este martes a los 89 años de edad, víctima de cáncer de esófago, confirmó el actual presidente, Yamandú Orsi, en su cuenta en X.

«Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo», escribió en su mensaje.

Apenas el lunes, la esposa de Mujica, Lucía Topolanski, dijo que el exmandatario se encontraba en «fase terminal» y recibía cuidados paliativos.

Mujica reveló el año pasado que sufría cáncer de esófago. En enero, el exmandatario informó que el cáncer se había extendido por su cuerpo y que no haría más tratamientos.

Fue activista, guerrillero, revolucionario, preso político, rehén, legislador, ministro, presidente, líder mundial, y así José “Pepe” Mujica cerró una vida de película.
Lideró el Frente Amplio de Uruguay y fue bautizado por la prensa internacional, entre 2011 y 2012, como “el presidente más pobre del mundo”. No vivió como viven la mayoría de los presidentes; vivió, decía él, “liviano de equipaje”. Desconfiaba de las cosas y del consumo, donó su sueldo de legislador, ministro y presidente casi íntegro, porque decía que con el de su mujer le alcanzaba y le sobraba hasta para ahorrar.

Leía y regalaba los libros, usaba casi siempre la misma ropa, tenía un viejo celular, porque solo lo usaba para comunicarse, y las noticias las leía en papel, religiosamente. Se definía como ateo y amante de la naturaleza. Su vida “de película” fue expuesta en decenas de libros, traducidos a decenas de idiomas, y se han hecho varios documentales y películas.


GUERRILLERO Y PRESIDENTE AUSTERO

En los años 60, a los 29 años, cofundó el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una guerrilla urbana de izquierda influida por la revolución cubana y el marxismo. En 1970 recibió 6 balazos y sobrevivió por milagro.

Fue encarcelado, pero en 1971 se escapó junto con 110 presos del Penal de Punta Carretas, por un túnel subterráneo. Fue recapturado en 1972 y ya no pudo escapar. Al año siguiente, una feroz dictadura se instaló en Uruguay.

Mujica permaneció preso hasta 14 años, hasta 1985. Torturado y confinado en soledad, la dictadura lo consideraba un “rehén”. Enfermó de los intestinos y riñones, perdió su dentadura, pero su soledad lo llevó a descubrir, contó después, que las hormigas sí hacen ruido, que cualquier papel sirve para leer o para escribir, y que el tiempo no puede ser desperdiciado.

Cuando Uruguay recuperó la democracia, Mujica fue liberado y, al poco tiempo, abrazó la democracia. Fue diputado, senador, ministro.
Se transportaba en un viejo Volkswagen que quisieron comprarle varias veces, pero nunca quiso venderlo.

Su nombre surgió como precandidato a la presidencia de Uruguay, en 2008, pero se pensó en una broma: era anciano, desdentado y desaliñado. No podría ganar una campaña electoral y llevar las riendas de un país.
Se arregló la dentadura, aceptó peinarse y arreglarse un poco y se puso un saco de vestir, nunca corbata. Ganó las elecciones en 2009 con el 53% de los votos y la mayoría parlamentaria para su partido, el Frente Amplio.
En marzo de 2010 asumió el cargo, con un discurso histórico ante el Parlamento. Mujica se convertía en el presidente uruguayo más popular de la historia. Su mandato se caracterizó por permanentes sorpresas, salidas de protocolo, declaraciones rimbombantes y transformaciones históricas.

Sus leyes ampliaron las libertades individuales: la ley de despenalización del aborto, ley de matrimonio igualitario, ley de regulación y legalización del cannabis, que por primera vez fue producido y comercializado por el propio Estado.
En 2014 Europa cerraba sus fronteras a los refugiados de la guerra de Siria y velaba en sus playas a niños que llegaban muertos; él decidió ir a buscar a esos niños y traerlos a Uruguay, en un plan piloto de reasentamiento de familias sirias refugiadas.
Cuando el expresidente estadounidense Barack Obama le pidió ayuda para recibir expresos de la cárcel de Guantánamo, a la que quería cerrar, él aceptó recibirlos.

Tenía alto porcentaje de popularidad, pero fue cuestionado por una parte de la ciudadanía que consideró que su Gobierno malgastó los recursos públicos durante una época de bonanza económica.

En 2014 fue postulado para el premio Nobel de la Paz por la ONG holandesa Drug Free Institute, por 115 profesores de la universidad alemana de Bremen y por el expresidente soviético Mijail Gorbachov, quien lo definió como un “ejemplo vívido del valor de los valores”.
Bajo su mandato The Economist declaró a Uruguay “el país del año 2013”, por sus reformas que “podrían beneficiar al mundo”.

La casa en la que vivió Mujica aún siendo presidente, se ubica en una zona rural de Montevideo, Rincón del Cerro. Es probablemente más chica que el dormitorio de la mayoría de los presidentes del mundo, unos 50 metros cuadrados, aunque el terreno mide unas 25 hectáreas.
En un banco a las afueras de esa vivienda, Mújica hizo sentarse al rey Juan Carlos de España, mientras le explicaba por qué tuvo “la desgracia de nacer rey”.

A lo largo y ancho de su “chacra” hay otros ranchos y casas, austeras como la suya, en las que viven otras familias o amigos, a quienes les cedió espacios para vivir allí, junto a cultivos de acelgas y otras legumbres para la venta; una pequeña huerta para consumo propio y dos invernaderos donde cultivaba flores. Durante años, las flores fueron su principal ingreso.

La chacra, además, está habitada por varios perros, gatos y gallinas. Pero la mascota más conocida de todas era Manuela, la perra de 3 patas que lo acompañó durante años y que falleció en 2018.

Pese a su popularidad, él y su esposa pretendieron siempre que su vida y costumbres no cambiaran. En un mundo de ostentación, consumo y búsqueda del éxito, pregonó, también con el ejemplo, la sobriedad, la amistad, el cuidado del planeta y dar prioridad a pasar tiempo con uno mismo y con sus seres queridos.

En 2023 dijo en una entrevista: “Cuando llegue esa señora que nos lleva, si estoy consciente, le podría decir: por favor, sirva otra vuelta”.

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