Con “El profe” terminan más de 4 décadas de periodismo de gran contenido social

GUAYMAS, Son., 19 de mayo de 2025. – Hace casi medio siglo, el profesor Alejandro Ramírez Cisneros incursionaba en radio y se enfocaba en la cultura, que compartía abundantemente con sus radioescuchas, millares con el tiempo.
Descendiente de una familia de periodistas por varias generaciones, su deceso anunciado este lunes provoca pesar y brotó el sentimiento entre quienes lo consideraban un líder social, un referente en la información y un sólido apoyo y solidaridad para los más necesitados.
Anunció su retiro en diciembre pasado, pero tecnicismos retardaban un proceso que no se preocupó por acelerar, por eso sin queja siguió al frente de la tarea que amó y dedicó muchas horas de cada día de su vida.
Un mal respiratorio lo envió al hospital en marzo pasado y la sociedad se volcó en mensajes deseándole pronta recuperación, coronando sus comentarios con los que “El profe” hizo célebres en la radio y le aplaudían sus muchos seguidores.
Era malhumorado, se decía; hasta poco tolerante con quienes llamaba necios, pero atendía a todos, luchaba por todos. Decía que era mejor pensar en las satisfacciones de su labor, que lo desagradable. Eso incluía desde momentos difíciles o tristes, hasta las “mentadas” y las amenazas que nunca le faltaron y, aceptó, llegó a fajarse un arma de fuego “por si las moscas”.
Nació en 1942 y se encausó hacia la carrera de maestro, egresado en 1965 de la Normal Superior del Estado. Formó parte del personal docente en las primarias Alfonso Iberri e Ignacio L. Alatorre, pero en 1972 dejó el noble apostolado para integrarse a la dirección del periódico El Diario, supliendo a su padre, Carlos Ramírez Márquez, de quien heredó “la tinta en las venas”, y quien a su vez la había heredado de su abuelo, Aniceto Ramírez, iniciador de la tradición en las postrimerías del Siglo XIX.
En 1934 se fundó el vespertino “El Diario”, el “periódico popular de la tarde” que dirigieron Carlos y Aniceto Ramírez, más tarde “El profe” Alejandro. Su última publicación fue en 1987. Alejandro la hizo de todo en ese medio que operó hasta 1987 en calle 18 y avenida 15, en el centro histórico de Guaymas.
Llegó a la radio llegó en 1978, llamado por XEFX, cuando el concesionario Fernando María Astiazarán Aguilar buscaba quien coordinara la información. El ambiente lo sedujo y ya no se fue. En 1980 ya estaba en cabina con sus noticias y opiniones. Nacía una nueva forma de informar y se abría un conducto para la libre expresión de la gente, donde las causas sociales se volvieron prioridad. No pocas veces, fue medio oficial cuando las emergencias bloqueaban comunicaciones de las autoridades.
Salió de XEFX en 1992, cuando XEDR le abrió sus puertas. Tuvo el respaldo del concesionario Heriberto Lizárraga Zataráin, y construyó la imagen de liderazgo social que mantuvo, pero él no aceptaba reconocimientos, todo lo adjudicaba a la nobleza del puerto de Guaymas, porque al margen de lo que se dijera a causa del malinchismo natural de los pueblos, su reza era: “puede decirse lo que sea, pero el pueblo de Guaymas tiene un corazón enorme” y destacó siempre “la gran nobleza y amor al prójimo cuando la necesidad apremia”.
Fue tan popular, que par de veces alguien sugirió hacerlo candidato a la alcaldía de Guaymas. Por supuesto, lo rechazó, porque “no es lo mío”, expresó, ratificando que “por ahí no le muevan”.
En abril de 2023, su labor le trajo un reconocimiento más, cuando por aclamación de ciudadanos, el Ayuntamiento de Guaymas impuso su nombre a la Calle 17, donde nació, encabezando el evento la alcaldesa, doctora Karla Córdova González, quien reconoció la trayectoria del Profesor Ramírez Cisneros como comunicador y líder social.
Ramírez Cisneros se casó con María Elena Arballo Piñuelas, con quien procreó 4 hijos: Francisco Javier, ingeniero agrónomo y psicólogo; Myriam Irene, licenciada en Ciencias de la Educación y de la Comunicación; Alejandro Arturo, Licenciado y Doctor en Letras por la Universidad de Arizona; y Fernando José, Licenciado en Periodismo y abogado.
Esta mañana de lunes, trascendió la desagradable noticia: dejó de existir “el profe”, “el maestro”, el hombre que por más de 4 décadas arengó a la gente a ser mejor con expresiones populares prestadas como “despierta ya mexicano”, o “a qué le tiras cuando sueñas”.
Pero acuñó las suyas, cuando comenzó a criticar a la “Maldita CEA”, por su mal servicio en la administración del agua y el drenaje.
Su sospecha la planteaba con su “hay minino en cautiverio” y, quizá la más célebre, su “¡Qué bárbaro!”, al terminar una crítica contra hechos o situaciones que afectaban a la sociedad.
Vehículos con leyendas alusivas al “profe” se pasean por Guaymas y Empalme, citando sus mensajes y frases celebres.
El gobernador del Estado se hizo presente con este mensaje:
“Lamento profundamente el fallecimiento del profesor Alejandro Ramírez Cisneros, referente de la comunicación y el periodismo en Sonora.
Con más de 40 años de trayectoria en medios, su voz y compromiso dejarán una huella imborrable en la comunidad de Guaymas. Mi solidaridad y más sinceras condolencias a su familia. QEPD”.